Mucho antes de tener que escapar de una nube es mejor no acercarse demasiado, sobretodo si no sabemos distinguir si la nube presume de una gran ascendencia de aire que la alimenta.

Suponiendo que ya es tarde para arrepentirse y estamos siendo succionados por una nube pero aún no estamos dentro de ella, lo más apropiado será alejarse viento de cola (siempre que esto no suponga dirigirnos a otra nube de mayor tamaño y actividad) o hacia la montaña, hacia el borde externo de la misma. Podemos ayudar el descenso haciendo orejas y acelerando, es importante distinguir entre las orejas chicas y los orejones, en el caso de estos últimos es recomendable que utilicemos el acelerador ya que la baja velocidad sumado a un cambio en el gradiente o en la intensidad del viento puede dejarnos cerca de la pérdida.

El centrifugado o barrena es una de las alternativas más usadas por los pilotos experimentados por su efectividad a la hora de querer bajar rápidamente pero debe practicarse la técnica para poder usarla en forma segura y sabiendas de que no terminaremos empeorando las cosas con el riesgo de desvanecimiento  que implica para aquellos que no resisten la fuerza G o no están acostumbrados a ella, sin contar con la posibilidad de colisionar con otro parapente. Por eso no hacerlo si no estamos seguros.

Girar las descendencias, si durante nuestro «escape» nos encontramos con una zona de descenso, será esa una muy buena oportunidad para bajar. Solo hay que girar, con o sin orejas bajaremos rápidamente.

Existen otras formas de descenso que suelen ser utilizadas por lo general por pilotos experimentados pero aconsejar su aplicación siempre suscita discusiones por tratarse de maniobras que si no son bien aplicadas pueden llevarnos a incidentes indeseados. Volviendo al principio, es mejor siempre mantener una distancia prudente con ciertas nubes, teniendo en cuenta que algunos cumulus nimbus suelen, como se dice comunmente, «chupar» a kilómetros de distancia.

En el caso de que seamos succionados por una nube y ya estamos en su interior, trataremos de conservar la calma, buscar e ir hacia la zona más clara, ya que con facilidad nos desorientaremos.
En algunos casos suele verse el sol, pero otras veces no. Controlar la vela. Siempre es bueno tener a mano una brújula, eso nos evitará dirigirnos hacia el relieve.