«Son muy pocos los pilotos que llegan a ser Pitocco». Es una frase común que utilizamos cuando nos referimos a llegar a lo más alto del parapente a nivel profesional.
La precisión de sus maniobras dan la sensación de que fuera fácil, cuando en realidad es la conjunción de mucho entrenamiento, esfuerzo, pasión y por supuesto una cuota de talento… aunque este último sin todo lo otro seguramente alteraría el resultado final: un Messi del parapente, un profesional del vuelo que vive por, para y de esto que amamos todos: volar en parapente.
En el marco del CAP, pudimos entrevistarlo, mechamos la nota con algunas imágenes extraídas de Internet.