Por Chistian Noboa, Comunidad de Parapente Ibarra

Lo recuerdo todo, lo recuerdo bien, el viento sopla a mis espaldas, bajo la ladera mi ala colapsada ondea contra los matorrales, el ruido de mi respiración ronca, irreconocible, la sensación del shock….y luego silencio.
Por un momento me sentí un fantasma, veo mis piernas, procuro moverme, debo estar bien, procuro confirmar que nada pasó….el ruido mental es increíble, caos fuera, caos dentro.

Todos estamos expuestos a situaciones no deseadas, siempre evitables y sin embargo posibles; el parapentismo es un deporte de sumas, cuando ciertos factores confluyen las posibilidades se hacen evidentes, y en mi caso era momento de una alerta, benevolente, precisa.

Bajo la calma del terrorífico período de observación en la cama de un hospital, ahora puedo evaluar qué sucedió, necesito encontrar las causas externas e internas de esto, evalué erróneamente el flujo real de aire?, la actividad térmica en una cara poco explorada excede la normalidad del entorno?, sobrecomandé en el colapso? Tomé demasiados riesgos en un despegue corto?, todo lo posible se lista frente a mí, doto de probabilidades a cada factor, repaso signos visuales que no asimilé, repaso actitudes internas que me llevaron a una condición como ésta: médicos, enfermeras poco sexis y frases compasivas. Qué sucedió?

Estoy absolutamente ávido de respuestas, sé bien que si no comprendo esto vendrá un bloqueo mental difícil de superar, puedo subir ahora y volar otra vez?…le prometo que estoy muy bien!…

La primera reacción ante un evento no deseado y no comprendido es un bloqueo inmediato, es decir, un temor excesivo y limitante que podría durar años, la ausencia de causas hacen que lo ocurrido esté presente a la vuelta de la esquina, cómo reaccionar?, debo dejar de volar?, debo dejar de progresar?……esas preguntas surgen como un piano resonando en tu cabeza, has sufrido un incidente cuando no pensabas que ocurriría, la cabeza fría ahora es un cúmulo de sensaciones abrumadoras y poco útiles. Cómo enfrentar ello?…

1. COMPRENDER, es el primer paso, y ello es clave, el proceso mental es el siguiente: al asociar ciertas condiciones a la incidencia llegas a comprender que la posibilidad de un suceso similar se dará en condiciones similares a las de la ocurrencia (por ejemplo una plegada en un rotor no identificado proveniente de un frente de flujo no explorado, te hará tomara reservas al volar en frentes de tal tipo), hago énfasis en procurar tener las causas correctas, para ello la gente que vuela contigo o tiene más experiencia que tú es muy importante, no puedes dejar un incidente sin una causa, si bajo toda perspectiva la causa aún es difusa quédate, cree en la causa que mayor probabilidad parezca tener sobre el incidente, el espacio de causa no puede quedar en blanco.

2. INTERIORIZAR, el segundo paso, y esto implica entender qué actitudes te llevaron a exponerte, si tu base de pilotaje es sólida, qué hizo que estuvieras allí?, exceso de confianza?, valentía?, desconocimiento?, carencia de análisis?

3. ACCIONES PREVENTIVAS, tercer paso, definir qué haces a nivel externo e interno para que ello no ocurra: analizaré la dinámica de flujo de aire contemplando todos los factores posibles, volaré en dicho lugar en condiciones más estables para hacerme una idea del comportamiento del foco térmico, me detendré a comprender la intensidad y dirección bajo diversas condiciones meteo.
4. VUELA!, cuarto paso, el más divertido, retoma tu práctica, sé muy bien que por un tiempo no verás la altura y la turbulencia con la misma ansiedad, es parte de ello, respira antes de despegar, relájate y asimila los factores, la exposición consciente a los factores permite que la confianza se retome, que el aprendizaje se capitalice y que comprendas que el control siempre lo tienes tú, no el azar, vuela por favor.
Si lo analizas bien, luego de un incidente como tal: sabes más, adquiriste un conocimiento nuevo y una experiencia que modela tu pilotaje interior. Está por demás decir que la inversión en cursos de seguridad y progresión, así como en equipos adecuados y técnica es por demás necesaria.

Enfrentar una incidencia en vuelo a nivel personal es una tarea para quienes el parapentismo es más que un deporte, ver que algunos pilotos dejan de serlo o limitan ostensiblemente sus capacidades por un evento de bloqueo mal enfrentado es triste, el parapentismo es un deporte noble, donde siempre la responsabilidad sobre el éxito o el fracaso radica en uno mismo.

Lo entendí en medio de quejidos, batas blancas y pastillas, porque es absurdo vivir sin volar….

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